Santo Domingo.-La nación dominicana conmemora hoy el 210 aniversario del natalicio de Juan Pablo Duarte, ilustre Fundador de la República, prócer independentista de acrisoladas virtudes cívico-patrióticas, merecedor del respeto y admiración de todos los dominicanos.
A su prístino apostolado revolucionario, que recogió la antorcha libertaria de José Núñez de Cáceres, ahogada en su génesis por la ocupación militar haitiana de 1822, se debe la proclamación de un Estado nación “libre e independiente de toda dominación, protectorado, intervención e influencia extranjera” con el nombre de República Dominicana.
Juan Pablo Duarte fue, en su época, el más consecuente exponente de las ideas nacionalistas e independentistas derivadas de los principios liberales de las revoluciones norteamericana y francesa de 1776 y 1789, respectivamente. Fue, asimismo, el principal propulsor de la conciencia nacional y permanente defensor de nuestra identidad nacional.
Propugnó la unión de todos los dominicanos, así como la instauración de una república democrática fundamentada en el imperio de la Constitución y las leyes a fin de garantizar plenamente los derechos y libertades públicas de los ciudadanos.
Duarte nunca fue partidario de violentar los procedimientos democráticos para acceder al poder político y dirigir los destinos nacionales. Creyó en la unidad nacional como principio indispensable para evitar que las discordias civiles y las apetencias de poderes foráneas hicieran sucumbir su proyecto independentista.
Recordemos con respeto al Padre de la Patria y preservemos su admirable legado patriótico, porque gracias a su fecunda obra revolucionaria hoy constituimos una comunidad étnica y cultural orgullosa de tener nombre propio, dominicanos, siempre dispuesta a defender la soberanía nacional contra las pretensiones de quienes “sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria.”