Nueva York.-El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aprobado este viernes una línea de financiación para Ucrania de 15.600 millones de dólares (14.366 millones de euros) como parte de un paquete más amplio de 115.000 millones de dólares (105.900 millones de euros) creado en respuesta a la invasión rusa.
El objetivo del nuevo programa, con una duración de 48 meses, es «mantener la estabilidad financiera y económica en tiempos de excepcional incertidumbre», así como contribuir a la sostenibilidad de la deuda ucraniana. Este plan ha recibido el respaldo del G7, la Unión Europea y otros donantes para garantizar la viabilidad del Estado ucraniano a medio plazo.
En la primera parte del programa, previsto para este 2023 y 2024, el enfoque estará en «implementar un presupuesto robusto e incrementar los ingresos», controlar la inflación y la tasa de cambio de divisas, y contribuir a la buena salud financiera a largo plazo mediante un análisis más profundo de las entidades bancarias y asegurando la independencia del banco central.
En cuanto a la segunda fase, esta se centrará más en reformas estructurales para la estabilidad macroeconómica, la reconstrucción postbélica y en reforzar las perspectivas de crecimiento a largo plazo. Estos objetivos deberán alinease con los hitos exigidos para la adhesión de Ucrania a la Unión Europea.
«La invasión rusa de Ucrania continúa teniendo un impacto social y económico devastador. La actividad se contrajo enormemente el año pasado, y una gran parte del capital del país ha sido destruido y la pobreza está al alza», ha lamentado la primera subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath.
«No obstante, las autoridades han tenido éxito, en general, al salvaguardar la estabilidad financiera y macroeconómica gracias al buen diseño de las políticas implementadas y al importante apoyo externo», ha añadido.
Por otro lado, el FMI ha pronosticado que el PIB ucraniano podrá crecer en 2023 un 1 por ciento en el mejor de los casos. En el escenario más pesimista, este podría caer hasta un 3 por ciento, una cifra muy inferior al desplome del 30,3 por ciento registrado en 2022.