Santo Domingo.- El Ministerio de Interior honró la memoria de 80 policías caídos en el cumplimiento del deber con una misa oficiada por el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, y la entrega de placas de reconocimiento póstumo a familiares de los fenecidos.
Al resaltar la labor, pasión y valentía exhibidas por los agentes reconocidos, el ministro Jesús Vásquez Martínez anunció que sus familiares no serán abandonados a su suerte, sino que el Gobierno del presidente Luis Abinader los acompañará brindándoles todo el apoyo que necesiten.
«El país siempre estará en deuda con los seres queridos de cada oficial que derramó su sangre para dejar un mejor país y es por esto que estamos firmemente convencidos de que debemos seguir fortaleciendo las herramientas y formación para que cada vez más se cierre la brecha del riesgo que corren y podría ser la diferencia entre la vida y la muerte al momento de realizar su labor, evitando así enlutecer sus familias, las filas y su país», aseguró.
HABIAN SIDO ABANDONADOS POR GOBIERNOS
De su lado, el director de la Policía, mayor general Eduardo Alberto Then, lamentó que hasta la llegada del presidente Abinader no se había cumplido con las familias de los agentes, quienes habían sido abandonados a su suerte sin darle cumplimiento a la Ley 590-16.
“El presidente dio instrucciones claras y precisas para que se realice el pago correspondiente a los beneficiarios, así como el pago de los retroactivos pendientes, asignando las pensiones a sus familiares directos, para que puedan alimentar y educar a sus hijos”, indicó.
Agregó que el pago de los gastos póstumos o fúnebres fueron entregados a los beneficiarios de 237 miembros caídos con un monto ascendente a RD$111,655,491, a partir del 1 de agosto del año 2022, a través del Comité de Retiros de la Policía Nacional.
FAMILIARES PRESENTES EN EL ACTO
Estuvieron presentes familiares del general Daniel Ramos Álvarez, caído en enero de 2019 en Baní; del teniente coronel Ramón De Jesús Figueroa, ultimado en mayo de 2016 en Santo Domingo; del mayor Santos Taveras Ureña, muerto en abril de 2016 en Valverde; del capitán Rigoberto Rosario Felipe, fallecido en abril de 2021 en la provincia Duarte, y del primer teniente Eleodoro de Jesús, quien falleció mientras daba seguimiento a un taxista que había violado a una mujer en febrero de 2014 en el Distrito Nacional.
Además, parientes del segundo teniente Manuel Matos Batista, quien cayó en octubre de 2012 en el Distrito Nacional; del sargento mayor Denny Vásquez Javier, baleado en septiembre de 2018 en Monte Plata; del sargento Basilio Taveras Carmona, quien resultó muerto al ser atacada a tiros la patrulla de la que formaba parte en Sabana Grande de Boyá en julio de 2017.
También, familiares del cabo Séptimo Arcángel, asesinado en mayo de 2022, y del raso Yamel Medina, tiroteado en septiembre de 2016 en San Cristóbal.